viernes, 17 de junio de 2016

ORQUESTA SONIDO 70 la Salsa Made In Quindío

SONIDO 70 nace un octubre del año 2012 en la ciudad de Armenia, Quindío, Colombia. Como muchas de las orquestas de su género, comenzó bajo la influencia de la música latina de moda en ese entonces entre los muchachos de barrio y los universitarios. Fruto de muchas noches de bohemia, la música de Sonido 70 tiene como filosofía rescatar el sonido de antaño sin dejar de lado la rumba, el bolero, el guaguancó, la bomba o la plena. "Nuestras letras le cantan a situaciones cotidianas, penas de amor, la cultura que nos rodea, el tambor, el son montuno, la guajira, con líricas y melodías de un profundo sentimiento pero con un sabor inigualable".


La banda está dirigida por Hernando “Coco” Ramírez y Diego Alejandro Idarraga  y el apoyo del  coleccionista y melómano Edwin García, lanzó  su primer trabajo musical  el mes de junio del año 2014 que, como Opera Prima, deja un muy buen sabor entre la audiencia salsera que, al escucharla, rememora lo mejor de una década que hizo la historia y dejó la simiente de una forma única de hacer la Salsa. Lanzado su primer trabajo musical en formato de CD y LP  retomando el sonido del acetato, siendo así tras varias décadas de que ninguna agrupación agrupara su legado musical en este formato; “el  formato del LP”.  Su trabajo logra la convergencia del sonido setentero y la gran aceptación entre el público salsero y el gran gremio de coleccionistas de salsa en acetato lo mejor de los arreglos y sonido actuales.

El formato de la orquesta es muy clásico, al mando dos trombones: Julián Montoya de Manizales y Hernando Ramírez de Armenia, respaldados por un piano magistral de Jorge Mario llano “Fido” de Santa Rosa , un bajo impredecible y melodioso de Jorge Salgado de Manizales, el sonido del bongó en la ejecución de Jhon Jairo López “Loro” de Armenia, la conga tocada por Diego Idarraga de Armenia, un timbal sonoro ejecutado por Paulo Díaz, con una mezcla de tumbaos añejos y modernos, una guitarra eléctrica ejecutada por Diego Mora de Armenia, maracas y güiro y coros por Gary Cardona de Pereira, las voces de German Medina, Diego Alejandro Idarraga y Alejandro de la ciudad de Manizales; músicos del eje cafetero tocando salsa para el mundo entero.

El balance, sin duda está hecho, una banda con una alineación potente, una cuerda de trombones rudos, una percusión arrolladora y una delantera experimentada que logran equilibrar el legado de la época gloriosa de la salsa y la sensibilidad actual para entregar un producto que, proviniendo de una orquesta humilde y sin ínfulas de estrellas, pone alta la bandera de la salsa dura colombiana, y como no, del planeta.
La Salsa Dura, esa que nos hace estremecer, esa que es tan escasa en la actualidad, ha encontrado en esta orquesta una representación tan honrosa que estamos convencidos que los clásicos del ayer tendrán con nuestra  música una gran relevancia por estos tiempos; encontramos entre los cortes de este álbum. Once temas integran la producción de esta orquesta colombiana: Entre ellas, composiciones de Fabián Santander (Setenta y su Guaguancó, Que Tormento, Esclavo Serás, Hipocresía, Me Va Matar), Hernando Ramírez (Triste Final), Diego Idarraga (No Quiero Sufrir Más), Carlos Villada (No te Puedo Perdonar), William Cano (Aléjate) y Germán Medina (Sol De Mi Vida, Tierra de Gracia).


Los arreglos están a cargo de Jorge Salgado, Hernando Ramírez, Jhon Jairo López, Diego Idarraga,  un trabajo casi de equipo para un resultado arrollador. Es de resaltar la colaboración del venezolano Germán Medina, sonero experimentado, en la parte vocal de la mayoría del álbum. El fallecido vocal Puertorriqueño Alfredo “Male” Torres dejó su sello impreso en el corte tres de este álbum junto a Benny Vargas cantante y fundador de la orquesta de Daz  Pacem .
Aunque amamos profundamente nuestra música colombiana no negamos que somos hijos de una ciudad latina y como bien lo dijo Rubén Blades la salsa se puede definir con la sigla FOCILA “folclor de la ciudad latina”, movimiento cultural al que no hemos sido ajenos y que identifica a muchos pueblos latinoamericanos". Después de tomar la decisión de grabar y tras mucho esfuerzo y lucha, la orquesta ha podido proyectarse hacia escenarios más receptivos a la salsa como las ciudades de Cali, Manizales, Pereira, Bogotá o Medellín.
Desde el Eje cafetero, en el corazón de Colombia, y para todo el mundo