sábado, 16 de julio de 2016

Dos libros con alma quindiana

Gustavo Páez Escobar
    Gustavo Páez Escobar
La escritora, periodista y educadora Gloria Chávez Vásquez, oriunda del Quindío, cumple 46 años de residencia en Estados Unidos.
Allí ha publicado la mayoría de sus libros y de sus artículos de prensa. Ahora sale a la luz su novena obra, que lleva por título El libro de Yodín, y se puede adquirir a través de su página web.
En esta novela me ha despertado especial interés, como morador que fui de Armenia durante 15 años, encontrarme con el despegue del pueblo grande que era, hacia la ciudad moderna que llegaría a ser.
La protagonista repasa su familia, su barrio en formación, la vida social del pueblo, y trata de entender lo que le ha tocado vivir. Regresa a su adolescencia, evoca la naciente sensualidad, asiste al colegio de monjas, se acuerda de los muchachos enamorados, y en ese itinerario surgen veleidades, sueños y frustraciones.
Se construyen otras calles, aparecen personajes singulares, crece la familia, soplan nuevos vientos en el contorno. El pueblo comienza a borrarse, al tiempo que emerge la ciudad. Con la mutación y el progreso, con la irrupción del ruido y la alteración del sosiego, aumenta en Maribel “la necesidad de escapar a otra parte”. Palabras textuales que pintan una etapa de la vida de Gloria Chávez.
Novela de introspección, de vuelta al recuerdo, de arraigos y desarraigos, de buceo en la niebla y en la oscuridad, de apertura de otras dimensiones. Y también de identidad con la familia, ya que el libro está dedicado a sus ocho hermanos. En el éxodo de la patria chica anduvo lacerada la vida del inmigrante, que Gloria sufrió durante largo tiempo, hasta lograr la tranquilidad actual. Tranquilidad relativa en medio de la distancia de sus lares perdidos en las brumas del tiempo.
Leído el libro, me queda el sabor de la soledad que se percibe en Maribel. Para mitigar ese estado del alma, ella dialoga con el mago Yodín, espíritu que le susurra consejos al oído y le dicta sabias enseñanzas de vida.

* * *

En el Quindío ha nacido un nuevo escritor: Josué Carrillo, ingeniero geólogo de la Universidad Nacional y doctorado en la Universidad Técnica de Aachen (Alemania). En dicho país vivió durante largos años, y ha vuelto a su tierra nativa, donde en la edad dorada se revela como autor de tres libros de literatura: Memorias de un estudiante desmemoriado (2014), Un cuyabro en Alemania (2015) y Te acordás hermano qué tiempos aquellos y otras crónicas (2016).
Tuve la oportunidad de descubrir en el último de ellos a un prosista de estilo ameno, ágil y descriptivo, que se solaza con la Armenia de mitad del siglo pasado y pinta a la maravilla sus modas y costumbres, entreveradas con el transcurrir de personajes singulares que marcaron la época.
Entre esos personajes está Vicente Giraldo, gran promotor del civismo y el progreso regionales. Una de sus empresas era Vigig, dedicada a la fabricación de arietes hidráulicos, trapiches y despulpadoras. Otra, la que elaboraba el champú Caspidosán Vigig, para eliminar la caspa, y el jabón Afeitol Vigig, para ablandar la barba. Sobre el primer producto, una propaganda decía: “Si no le cura la caspa, córtese la cabeza”.
En la Tipografía Vigig publicaron sus primeras obras los escritores quindianos. Y se editó Mi Revista, que bien puede considerarse la mejor del país en los años treinta. Yo conocí la colección completa que guardaba, con el mayor celo, mi amigo Mario Álvarez Maya, y escribí, entre agosto y septiembre de 1980, diez crónicas en La Patria de Manizales con el título La Armenia antigua, las que pueden consultarse en mi página web. Hoy casi nadie conoce la existencia de dicha revista.
Otro personaje que se airea en las páginas de Josué Carrillo es Euclides Jaramillo Arango, que nació en Pereira, y más tarde se radicó en Armenia, donde cumplió brillante labor como escritor, dirigente cívico y cafetero. Cuando alguien se mostraba indeciso para emprender un acto, Jaramillo Arango le decía, como empujándolo: “Hágalo, no se quede con la gana de hacerlo, que la vida es un quitadero de ganas”.
Sobre Evelio Quintero Villa, residente en Montenegro, dice que “fue una personalidad inclasificable y fascinante”. Era amante de la música y el arte, la poesía y las flores, y muy apasionado por la colección de guaquería que guardaba en su vivienda.
Desfilan actores de la vida pintoresca, como Repollito, que debía su nombre a su estatura de enana y era invitada de honor a las comparsas y las fiestas populares; o el “Conde del Jazmín”, o “Doctor Cuajada”, personaje entre excéntrico y fantástico, con toques de genialidad y locura; o el “Mocho” Jaramillo, que estacionaba su esbelto caballo frente al café “Destapado”, y la gente acudía a leer los anuncios de propiedad raíz que se anunciaban en el pescuezo, las ancas y los ijares del animal.
Y la “Ñata” Tulia, dueña de un renombrado burdel por cuya puerta penetraban con sigilo los notables de la población. Ella era muy complaciente con los jóvenes, a quienes enseñaba con generosidad las artes amatorias. En su honor, Alberto Gutiérrez Jaramillo, célebre por su chispa repentista y picante, escribió este soneto:
“Era la ‘Ñata’ Tulia un monumento / sin pedestal en mi ciudad, rescoldo / de un juego juvenil, vaso sin fondo, / lista al amor para cualquier momento. / Nos explicaba el sexto mandamiento, / y en la 50 levantó su toldo. / ¡Qué teatro era aquel! Mondo y lirondo / nadie la superó en sus movimientos. / De acuerdo al feligrés ella cobraba; / la tarifa no obraba en la premura / pues era Tulia la que más gozaba. / Todo Armenia recuerda su dulzura, / puesto que su portal lo traspasaban / ¡el notario, el alcalde y hasta el cura!
escritor@gustavopaezescobar.com

viernes, 17 de junio de 2016

ORQUESTA SONIDO 70 la Salsa Made In Quindío

SONIDO 70 nace un octubre del año 2012 en la ciudad de Armenia, Quindío, Colombia. Como muchas de las orquestas de su género, comenzó bajo la influencia de la música latina de moda en ese entonces entre los muchachos de barrio y los universitarios. Fruto de muchas noches de bohemia, la música de Sonido 70 tiene como filosofía rescatar el sonido de antaño sin dejar de lado la rumba, el bolero, el guaguancó, la bomba o la plena. "Nuestras letras le cantan a situaciones cotidianas, penas de amor, la cultura que nos rodea, el tambor, el son montuno, la guajira, con líricas y melodías de un profundo sentimiento pero con un sabor inigualable".


La banda está dirigida por Hernando “Coco” Ramírez y Diego Alejandro Idarraga  y el apoyo del  coleccionista y melómano Edwin García, lanzó  su primer trabajo musical  el mes de junio del año 2014 que, como Opera Prima, deja un muy buen sabor entre la audiencia salsera que, al escucharla, rememora lo mejor de una década que hizo la historia y dejó la simiente de una forma única de hacer la Salsa. Lanzado su primer trabajo musical en formato de CD y LP  retomando el sonido del acetato, siendo así tras varias décadas de que ninguna agrupación agrupara su legado musical en este formato; “el  formato del LP”.  Su trabajo logra la convergencia del sonido setentero y la gran aceptación entre el público salsero y el gran gremio de coleccionistas de salsa en acetato lo mejor de los arreglos y sonido actuales.

El formato de la orquesta es muy clásico, al mando dos trombones: Julián Montoya de Manizales y Hernando Ramírez de Armenia, respaldados por un piano magistral de Jorge Mario llano “Fido” de Santa Rosa , un bajo impredecible y melodioso de Jorge Salgado de Manizales, el sonido del bongó en la ejecución de Jhon Jairo López “Loro” de Armenia, la conga tocada por Diego Idarraga de Armenia, un timbal sonoro ejecutado por Paulo Díaz, con una mezcla de tumbaos añejos y modernos, una guitarra eléctrica ejecutada por Diego Mora de Armenia, maracas y güiro y coros por Gary Cardona de Pereira, las voces de German Medina, Diego Alejandro Idarraga y Alejandro de la ciudad de Manizales; músicos del eje cafetero tocando salsa para el mundo entero.

El balance, sin duda está hecho, una banda con una alineación potente, una cuerda de trombones rudos, una percusión arrolladora y una delantera experimentada que logran equilibrar el legado de la época gloriosa de la salsa y la sensibilidad actual para entregar un producto que, proviniendo de una orquesta humilde y sin ínfulas de estrellas, pone alta la bandera de la salsa dura colombiana, y como no, del planeta.
La Salsa Dura, esa que nos hace estremecer, esa que es tan escasa en la actualidad, ha encontrado en esta orquesta una representación tan honrosa que estamos convencidos que los clásicos del ayer tendrán con nuestra  música una gran relevancia por estos tiempos; encontramos entre los cortes de este álbum. Once temas integran la producción de esta orquesta colombiana: Entre ellas, composiciones de Fabián Santander (Setenta y su Guaguancó, Que Tormento, Esclavo Serás, Hipocresía, Me Va Matar), Hernando Ramírez (Triste Final), Diego Idarraga (No Quiero Sufrir Más), Carlos Villada (No te Puedo Perdonar), William Cano (Aléjate) y Germán Medina (Sol De Mi Vida, Tierra de Gracia).


Los arreglos están a cargo de Jorge Salgado, Hernando Ramírez, Jhon Jairo López, Diego Idarraga,  un trabajo casi de equipo para un resultado arrollador. Es de resaltar la colaboración del venezolano Germán Medina, sonero experimentado, en la parte vocal de la mayoría del álbum. El fallecido vocal Puertorriqueño Alfredo “Male” Torres dejó su sello impreso en el corte tres de este álbum junto a Benny Vargas cantante y fundador de la orquesta de Daz  Pacem .
Aunque amamos profundamente nuestra música colombiana no negamos que somos hijos de una ciudad latina y como bien lo dijo Rubén Blades la salsa se puede definir con la sigla FOCILA “folclor de la ciudad latina”, movimiento cultural al que no hemos sido ajenos y que identifica a muchos pueblos latinoamericanos". Después de tomar la decisión de grabar y tras mucho esfuerzo y lucha, la orquesta ha podido proyectarse hacia escenarios más receptivos a la salsa como las ciudades de Cali, Manizales, Pereira, Bogotá o Medellín.
Desde el Eje cafetero, en el corazón de Colombia, y para todo el mundo                    
                                                                                                                                                                                                                             

domingo, 17 de abril de 2016

HUGO ZAPATA EL QUINDIANO QUE HABLA CON LAS PIEDRAS

                                  


Los biólogos dicen que no. Que las piedras no tienen vida porque no se nutren, no respiran ni se reproducen. No nacen, en el sentido estricto del término, y no se mueren porque sería ilógico darle un final a lo que no tuvo un comienzo.

Pero Hugo Zapata es el primero en oponerse a una afirmación tan contundente. “Yo pienso que están vivas. Además crecen. Cuando están oxidadas se van oxidando más y van creciendo y van creciendo, en millones de años. Pero ellas están vivas, totalmente. Usted deja una piedra de esas al sol y se va volviendo un poco naranja, va cambiando”, explica el artista nacido en La Tebaida, Quindío, hace 71 años. 

Desde la  serigrafía, la primera técnica con la que se dio a conocer en las bienales de Coltejer entre 1968 y el 72; el trabajo con limo, bronce y hierro, cuando acababa de fundar la facultad de Artes de la Universidad Nacional en Medellín; o la intervención de las piedras en todas las magnitudes posibles, como las obras a gran escala: Ágora de la Universidad Eafit, losPórticos antes de llegar al Aeropuerto José María Córdova, Poniente en la Central de Efectivo de Bogotá o las cordilleras en la Milla de Oro en Medellín, que terminó el año pasado.
Su trabajo es el testimonio de un proceso de introspección, observación y paciencia. Hay en las piezas que se exponen por estos días en Bogotá un diálogo entre lo macro y lo micro, el presente y el pasado.
Porque la obra de Zapata, a pesar del cambio de técnicas, no se puede fraccionar en etapas aisladas. Dice William Ospina que la fijación por las piedras estaba de alguna forma inscrita en el subconsciente de Zapata desde el comienzo de su obra. “A mí me sorprende encontrar en los mantos de piedra que Zapata extrae y secciona para armar sus obras todas esas misteriosas texturas, tensiones y acumulaciones que había en sus Ritos y Rituales, en sus Estelas, en las serigrafías de sus primeros tiempos”, escribe Ospina en un libro sobre la obra de Zapata editado por el Taller Arte Dos Gráfico.

Y tiene razón. Los Paisajes que se muestran en Sextante reúnen en un mismo trabajo el misterio de las piedras con la meticulosidad de las serigrafías. “Es un experimento que hice con una superficie de fibra de cemento –explica el artista–. Sobre eso están impresos unos paisajes sacados de las rocas. Nos demoramos todo el año ensayando en telas, en papeles, hasta que encontramos este material. Es una experiencia nueva. En el computador hago separaciones de color y al final es como una serigrafía porque se van pasando varias capas transparentes. Son 16 tintas y la impresión final es digital”.
El resultado son unas imágenes que esconden la magia en las grietas, en las imperfecciones o en las vetas de unas rocas que Zapata busca en Antioquia, pero que principalmente le consiguen en Cundinamarca.
“Son de la cordillera oriental, por Pacho, en el río Negro. Ellas afloran cuando llueve. En los inviernos salen a relucir. Están en las montañas y caen al río”, cuenta Zapata y añade que algunas de estas se abren en las puntas, como una flor. Los tótems que realiza se levantan como columnas sin techo y son el testimonio de esa metamorfosis.
Y es que para Zapata el proceso es místico. El artista explica que siempre hay un intercambio, él interviene las piedras, pero ellas también lo cambian. “La piedra es el elemento más antiguo que se conoce con que el hombre se haya expresado. Yo me expreso con piedras pero yo las encuentro  y las respeto mucho, recibo mucho su energía. Hay una comunión entre los dos. Yo le hago cosas y ella me regala cosas, hasta que sale la obra. Pero la piedra siempre dice ‘aquí estoy yo’”, concluye.

Lunas en la Galería Sextante.
No todo es conflicto y víctimas
En una época en que un importante grupo de artistas habla de las secuelas del conflicto, el desplazamiento, los desaparecidos, el posconflicto o la reconciliación, la obra de Zapata rehúye de esos temas. Pero no es que su trabajo sea contemplativo o puramente estético, simplemente se enfoca en otra materia.
“El artista es testigo de su tiempo. A uno le toca hablar de lo que vive, de lo que ve. Yo trabajo con el paisaje porque lo veo, porque está ahí. Porque es mío y lo reconozco. Y hay gente que trabaja con otros temas como esos: el dolor que causa la muerte y la tragedia que tenemos. Beatriz González lo hace muy bien porque no lo explota, lo hace con muy buen espíritu y es conmovedora. Doris Salcedo es una mujer supremamente inteligente que ha sido reconocida en todo el mundo. Pero en general ella trabaja  con obras que hablan del dolor, la pena, la amargura que le queda a los seres con la soledad y la huella de todo esto”, reflexiona Zapata.
Con tantos debates alrededor de la minería y la explotación de la tierra, la mirada de Zapata plantea una reflexión sobre lo ancestral y lo milenario. El artista dice que se ha acercado a la antropología, a la arqueología y la geología para leer los mensajes que las piedras llevan escribiendo desde hace millones de años.
De ahí surgen piezas como Cantos de la tierra, que se pueden ver afuera de la Galería Sextante o en la exposición de la Tadeo, en las que unas piedras huecas miran al cielo como lobos aulladores, “como que la tierra está pidiendo auxilio”, dice Zapata. O las onceLunas que se encuentran en el interior de la galería y ocupan una sala blanca. Hay en ellas un silencio sobrecogedor que pide regresar a lo básico.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Daniela Sierra Toro es la pila quindiana que hoy es coordinadora departamental de juventud del departamento de Nariño que sueña con ser gobernadora del Quindío.






Con apenas 22 años, esta Politóloga de la Universidad Javeriana de Cali, que desde los 13 años, de la mano del Club Interact Armenia Palma de Cera, trabajo por más de 3 años haciendo trabajo comunitario, se fue de armenia con 16 años a la ciudad de Cali para iniciar estudios en Ciencia Política y en ese proceso hizo parte de la llamada Ola verde, de donde surgió un colectivo denominado PI3NSA.

Allí fue donde inicio su camino político, esta actividad le dio la oportunidad de trabajar durante 6 meses en la comisión primera del Senado de la República ahí conoció a Camilo Romero, en ese entonces Senador de la República y fue allí donde decido hacer parte de su equipo llamado Nueva Ciudadanía, el cual, la llevo hasta Nariño hace un año para hacer parte de su proyecto político que finalmente ganaría las elecciones para la gobernación del departamento de Nariño que reúne aproximadamente 1.800.000 habitantes y es 18 veces el tamaño de nuestro departamento.

En este momento es la Coordinadora Departamental de Juventud de Nariño, donde tiene la oportunidad de aplicar sus conocimientos como politóloga y ser enlace para desarrollar e implementar proyectos que beneficien a la juventud de cada uno de sus 64 municipios. Daniela está en el departamento de Nariño porque ésta fue la tierra que le abrió las puertas, sin reparo por ser de otro lugar del país, fue donde la adoptaron como Nariñense, -como dicen por ahí nadie es profeta en su tierra-.

Para Daniela la política es ¨el arte de hacer posible lo imposible´´ claro está que cada vez que le preguntan de dónde es, siempre con orgullo responde: “Made In Quindío”. Por ultimo indico que sueña con volver al pedacito de cielo, a su Armenia, y recorrer el Quindío; “anhelo ver mi departamento de pie, luchando por salir de los malos gobiernos y de quitarse el fantasma de la mediocridad. Estoy segura que regresaré para aportarle todo lo aprendido y ser la gobernadora más joven del Quindío.”

lunes, 1 de febrero de 2016

UN QUINDÍANO NUEVO DIRECTOR DE POSGRADOS LA FACULTAD DE INGENIERÍA DE LA UNIVERSIDAD JAVERIANA



Desde el 1 de febrero de 2016, el Dr. Luis Eduardo Tobón Llano asumirá la dirección de la Oficina de Posgrados de la Facultad de Ingeniería, en la cual tendrá a cargo las actividades curriculares, del Medio Universitario y administrativas de los programas de posgrado.
El profesor Tobón es ingeniero electrónico de la Universidad del Quindío, cuenta con una maestría en Ciencias de Materiales de la misma universidad, y es doctor en Ingeniería Eléctrica y Computación de Duke University, Estados Unidos, en donde realizó investigaciones en computación electromagnética, en el desarrollo de métodos numéricos para solucionar problemas de múltiples escalas en entornos donde haya propagación de ondas en áreas de la microelectrónica y la exploración petrolera.
Desde su vinculación a la Pontificia Universidad Javeriana Cali, hace ocho años, ha trabajado en diversas áreas: una de éstas es la biología, en la cual ha aplicado métodos computacionales para la detección de eventos sonoros naturales; también ha explorado el problema de la detección de minas antipersonas, en el análisis de las propiedades electromagnéticas del suelo, conectándolo con sus propiedades geofísicas; además, ha trabajado en la propagación de ondas electromagnéticas en el suelo para hacer transmisión bajo tierra de información de cultivos. 
El profesor Tobón también ha explorado con el Instituto de Estudios Interculturales el desarrollo de modelos que permitan evidenciar hasta dónde los sistemas agroecológicos pueden llegar a ser una opción productiva y sustentable para el sector agrocolombiano, en un entorno  colombiano hacia la paz, que permita a las comunidades que trabajan el campo, establecer cuáles son los mejores sistemas productivos en determinados sitios de Colombia, teniendo en cuenta variables climáticas y el uso de suelos, entre otros factores.
Con el IEI se desarrolló una nueva metodología para determinar las unidades agrícolas familiares, UAF, la cual será una herramienta importante para el Gobierno Nacional para establecer cuál debe ser el territorio en hectáreas que se le debe dar a una familia para su sostenibilidad.
Por otro lado, el Dr. Tobón ha participado como delegado de los profesores en el Consejo de  Facultad y en el Consejo Directivo de la Seccional, pertenece al Comité de Carrera de Ingeniería Electrónica y es uno de los docentes que lidera el programa Ingenium que se emite en la emisora Javeriana Estéreo y que tiene como objetivo divulgar la ciencia, la tecnología y la innovación. 
Con su nombramiento como director de la Oficina de Posgrados de la Facultad de Ingeniería, el profesor Tobón tiene como retos para los próximos tres años: la construcción y validación de un modelo sistémico de la Oficina. Por otro lado, la revisión, actualización, certificación y acreditación de la oferta de posgrados  (programas y cursos), con la debida articulación con los pregrados, además, de apostarle a la virtualización de los cursos y fortalecer la investigación en los posgrados. Finalmente, busca el desarrollo de estrategias que potencie las relaciones con actores internos y externos, como los egresados, las asociaciones profesionales, los entes estatales y las distintas oficinas institucionales de apoyo.
“Es importante que la comunidad perciba a la Oficina de Posgrados de la Facultad de Ingeniería como una dependencia que promueve la cultura de la incubación de nuevas ideas y posgrados, y se articule con posgrados de las otras facultades de la Universidad, además del Instituto de Estudios Interculturales”, explicó el Dr. Tobón.
Para ver el nombramiento, por favor haga clic aqui





martes, 26 de enero de 2016

Quindiano Daniel Mauricio Rodríguez ganó el concurso nacional de cuento de RCN


Daniel Mauricio Rodríguez León, docente del programa de español y literatura de la universidad del Quindío, fue uno de los ganadores del IX Concurso Nacional de Cuento, organizado por RCN y el ministerio de Educación.
El texto literario con el que el uniquindiano participó en la categoría docentes, se titula Despedida de un héroe boca arriba.
“Se trata de un relato de un anciano de aproximadamente tres páginas, en el que además hay dos muertes relacionadas. Tiene varios indicios y cuenta con un final sorpresivo”, dijo Rodríguez León.
Agregó que ya había tenido varias participaciones en el concurso y dentro de estas, en el año 2013, fue semifinalista.
“En ese momento haber estado entre los semifinalistas fue un logro muy grande y me dio mucha felicidad, teniendo en cuenta la importancia de este evento y la magnitud del mismo. Ahora ser uno de los ganadores es motivo de mucha alegría y orgullo”.
La premiación de los ganadores del IX Concurso Nacional de Cuento se realizará este viernes a las 8:30 a. m. como una de las actividades del Hay Festival de Cartagena. La ceremonia será transmitida en vivo por Señal Colombia y RCN.

Sobre el académico
Aunque nació en Bogotá, Daniel Mauricio Rodríguez León llegó a vivir al Quindío cuando tenía diez años de edad y hasta la actualidad vive en esta región.
Su pregrado -licenciatura en español y literatura- lo cursó en la Uniquindío en donde ahora se desempeña como docente en este mismo programa.
Dentro de sus otros estudios profesionales cuenta con una especialización en enseñanza de la literatura, maestría en didáctica de la lengua materna y actualmente es estudiante de doctorado en educación de la universidad Autónoma de Barcelona, España.

lunes, 25 de enero de 2016


En Quindío elaboran piezas de arte con la borra del café
La empresa ya le diseña piezas al Sena y a varias marcas de cafés.




Pese a que el residuo del café que queda tras preparar la bebida, en la mayoría de los casos termina en las cestas de basura, en la capital quindiana ahora elaboran objetos de decoración, piezas corporativas y hasta joyas.

Este residuo al que se le llama borra es recolectado en cafeterías, panaderías, tiendas, hoteles y otros sitios de la ciudad para luego ser procesado, deshidratado, inyectado y vaciado en unos moldes que previamente fueron diseñaron y finalmente tallados en la fábrica de Walter Villareal que creó hace más de un año la empresa 'Hecho en café'.

Aunque Villareal es publicista de profesión comenzó hace unos ocho años una investigación sobre la borra del café.
Relató que un día estaba tomando café con su hija y ella recogió el residuo de la cafetera y "luego le agregamos pegante y a los cuatro días habían bolas cuartiadas y empezamos a investigar".

Hace poco más de un año su proyecto fue seleccionado para recibir recursos del Fondo Emprender. Sus piezas salieron al mercado hace casi dos meses y en unos días estarán en varias vitrinas de las tiendas de café de la ciudad.

Elabora piezas de todo tipo como mugs, bandejas, pesebres, cofres, figuras de animales y hasta un ajedrez completo.

Villareal aseguró que también se pueden fabricar mesas, cuadros, pisos, marcos, ventanas, puertas y más. “Vi que en las tiendas de café tenían camisetas, gorras, pocillos pero la materia prima la botaban por el otro lado y dije aquí hay algo que no han visto", comentó el publicista.

Y agregó que "pensé en por qué no visibilizar este proceso, nosotros procesamos lo que botan y lo convertimos en elementos de diseño corporativo o piezas culturales que son puestas en la misma tienda y que pueden crear un desarrollo sostenible".

Durante la presentación del informe de gestión del 2015, el director del Sena regional Quindío, Hernán Hoyos resaltó este proyecto. "Esta empresa Hecho en café recibió recursos del Fondo Emprender, y esta memoria USB (cuyo estuche es elaborado con la borra del café) demuestra lo que se puede hacer en el Sena".

Ahora la meta es incursionar en la joyería, "pensamos que el impacto que tiene la bisturería y la joyería en Colombia es muy alto entonces hacer joyas de café es bastante interesante".

La inspiración serán los diseños precolombinos, indígenas y posmodernistas para elaborar anillos, pulseras, collares y demás, con elementos como plata, oro, piedras preciosas y la borra del café.